By Cavaliere del Lavoro Mario Magaldi, Presidente del Grupo Magaldi
"La predicción es muy difícil, especialmente cuando se trata del futuro", solía decir el famoso físico Niels Bohr. Sin embargo, se pueden hacer algunas consideraciones sobre la dirección de los escenarios de transición energética y ecológica en curso.
La transición energética representa un aspecto de una transición cultural más amplia. Cada vez es más común la conciencia de impulsar un nuevo modelo socioeconómico regenerativo y circular, que sustituya al actual modelo extractivista y lineal que agota los recursos naturales y consume suelo, agua y aire sin esperanza de restaurar el entorno original.
Más significativo aún es que, junto con la sensibilidad ética y cultural, se está volviendo predominante la conciencia de que la transición ecológica debe considerarse una urgencia económica. La protección del medio ambiente era y sigue siendo importante en sí misma, pero ahora se está extendiendo la idea de que la regeneración del medio ambiente y los recursos están estrechamente entrelazados con el crecimiento. En muchos aspectos, el futuro del medio ambiente es también el futuro de las economías.
Otro elemento que caracterizará los escenarios de los próximos años es la seguridad en el abastecimiento de materias primas. La elección del sistema de producción a favor del ahorro energético debe estar vinculada a una mayor independencia frente a futuras turbulencias del mercado y a las nuevas obligaciones de información sobre sostenibilidad impuestas por la UE y el BCE a los operadores económicos y financieros. Como después de las crisis del petróleo de 1973 y 1980, las empresas están desarrollando planes ambiciosos para cambiar a tecnologías de producción con menor uso de energía y basadas en fuentes renovables.La lucha por el control de las tierras raras marcará las próximas décadas, ya que su demanda mundial está creciendo abrumadoramente.
Según algunas estimaciones del Banco Mundial y de la Comisión Europea, podría multiplicarse por seis para 2030 y por siete para 2050. Este es el marco en el que se deben planificar las intervenciones necesarias para el desarrollo de políticas encaminadas a la descarbonización de la economía sin afectar la estabilidad del sistema económico y geopolítico. Es en este marco en el que se impulsa la innovación a partir de materiales respetuosos con el medio ambiente y fácilmente disponibles.
Magaldi Green Thermal Energy Storage (MGTES), por ejemplo, es una batería revolucionaria que contiene arena. Esta última, calentada a 600 grados, retiene por días o incluso semanas el exceso de energía generada por fuentes renovables, con pérdidas mínimas, y luego lo libera en forma de vapor o aire caliente cuando el sol y el viento no están disponibles.
Esta innovación patentada es revolucionaria, no solo por la centralidad de los sistemas de almacenamiento de energía en el proceso de descarbonización, sino también porque utiliza materiales fácilmente disponibles, un factor crítico en el momento histórico actual.
MGTES representa un avance significativo con respecto a los métodos convencionales de almacenamiento de energía y se basa en más de 40 años de experiencia en el manejo de materiales a temperaturas muy altas, como las cenizas de fondo descargadas de las calderas que queman combustibles fósiles. El sistema MAP® (Magaldi Ash Postcombustor) instalado en la central eléctrica de Isalnita en Rumania es un excelente ejemplo de la experiencia de Magaldi en aplicaciones de alta temperatura.